La Maravillosa Gloria de Dios.
Al adentrarme en las páginas de Job 38-41, me impresionó la imponente gloria de Dios. Las Escrituras se desplegaron ante mí como un tapiz, tejido con hilos de poder, sabiduría y amor divinos. En estos capítulos, la majestuosa voz de Dios resuena en medio del torbellino, respondiendo a las preguntas y dudas de Job.
La omnipotencia y omnisciencia de Dios se manifiestan plenamente cuando declara: “¿Quién es éste que oscurece mis planes con palabras sin sabiduría?” (Job 38:2). Con cada versículo sucesivo, la gloria de Dios brilla más, iluminando la vasta extensión de Su soberanía. Él es quien manda la mañana, convoca a las estrellas y establece los límites del mar (Job 38:12-13, 31-33).
Al reflexionar sobre la gloria de Dios, recordé que Él es el Autor de todas las cosas, que orquesta la intrincada danza de la creación con precisión y propósito. Su providencia no se limita a los grandes acontecimientos cósmicos; también atiende los detalles más pequeños de nuestras vidas, proveyéndonos, protegiéndonos y amándonos con un amor eterno.
En Job 38:41, Dios pregunta: "¿Quién da de comer al cuervo, cuando sus polluelos claman a Dios y andan errantes por falta de pan?" Esta pregunta subraya la íntima participación de Dios en la vida de sus criaturas, desde las más poderosas hasta las más humildes.
Al terminar mi estudio bíblico, mi corazón se llenó de reverencia y adoración por el Dios que tiene todas las cosas en la palma de su mano. Su gloria es verdaderamente maravillosa, un esplendor radiante que ilumina la oscuridad y llena mi alma de asombro.
Que, como Job, lleguemos a una comprensión más profunda de la gloria de Dios, reconociendo humildemente nuestras limitaciones y confiando en su sabiduría y poder infinitos. Porque en su presencia encontramos nuestro verdadero refugio, nuestros corazones anclados en la majestad de su maravillosa gloria.
—MC©️
#Faith2bStrongOnPurpose
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