Quédate Quieto: De la Frustración a la Fe.
Anoche fue una noche difícil: me empezaron a aparecer las alergias, se agravó el asma y no pude dormir. La frustración se apoderó de mí mientras pensaba en el día que tenía por delante. Pero mientras estaba sentada en silencio, bebiendo café y buscando la dirección de Dios, Él me llevó a Job 38.
Al leer sobre el desafío que Dios le lanzó a Job, me di cuenta de la frecuencia con la que cuestionamos los caminos de Dios, especialmente en tiempos difíciles. Nos preguntamos: “¿Por qué? ¿Por qué a mí?” sin ver el panorama general. Pero Dios siempre está trabajando detrás de escena, protegiéndonos del daño y guiándonos hacia sus grandes planes.
En medio de las luchas, es fácil frustrarse y dudar de la bondad de Dios. Pero la respuesta de Job me tocó una fibra sensible: “No soy nada, ¿cómo podría encontrar las respuestas?... Me cubriré la boca con la mano” (Job 40:4-5).
A veces, solo necesitamos estar quietos y dejar que Dios trabaje. Como nos recuerda el Salmo 46:10: “Estad quietos y sabed que yo soy Dios”. Sus caminos pueden ser complicados, pero su amor por nosotros es fuerte e inquebrantable.
Al reflexionar sobre mis propias luchas, recuerdo que debo aceptar la voluntad de Dios con gratitud, incluso cuando no la entiendo. “¡Gracias, Señor!” se convierte en mi oración, incluso en medio de los desafíos.
Hoy, estoy agradecida por el giro inesperado de los acontecimientos que me llevaron a buscar la presencia de Dios. Que aprendamos a confiar en los planes de Dios, incluso cuando no tengan sentido para nosotros, y que siempre recordemos estar quietos y dejar que Él obre.
—MC©️
#Faith2bStrongOnPurpose
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