El verdadero significado de la vida.

Cuando estaba sentado en mi escritorio, listo para sumergirme en mi estudio bíblico, abrí el libro de 2 Timoteo y me impactó la historia de las experiencias de Pablo. A pesar de estar rodeado de muchos "amigos" que decían apoyar su ministerio, Pablo finalmente se encontró abandonado y solo. Esta revisión de la realidad me llevó a reflexionar sobre mi propia vida, particularmente durante esta época de lucha.

En medio de los desafíos, me he dado cuenta de que la verdadera vida no se trata de la cantidad de amigos que tengamos o de las circunstancias externas que nos rodean. Más bien, se trata de cultivar una relación profunda e íntima con Jesucristo, el único Amigo que realmente ve nuestro valor y nos ama incondicionalmente.

Al mirar atrás a mis propias experiencias, recuerdo a los llamados "amigos" que se han distanciado de mí. Sin embargo, estoy agradecido de haber descubierto que Jesús es el mejor amigo que podría tener. Él es la encarnación de la misericordia, el amor y la fidelidad, y sus promesas son firmes y verdaderas.

En Hebreos 13:5-6, se nos recuerda que “Dios ha dicho: ‘Nunca te dejaré, ni te desampararé’. Por eso decimos con confianza: ‘El Señor es mi ayudador; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?’” Estas palabras me brindan consuelo y seguridad, sabiendo que Jesús nunca me abandonará, sin importar los desafíos que enfrente.

Mientras transito esta etapa de la vida, oro para que Dios guarde mi mente, corazón, alma y espíritu. Le pido que evite que me obsesione con cosas que están fuera de mi control y, en cambio, me permita confiar en Su soberanía y bondad.

Para terminar, ofrezco esta oración: Padre Celestial, te agradezco por ser mi Roca, mi Refugio y mi Mejor Amigo. Ayúdame a mantener mis ojos fijos en Ti, incluso en medio de la incertidumbre y el desafío. Guarda mi corazón y mi mente, y permíteme confiar en Tus promesas. En el nombre de Jesús, te lo pido. Amén.

—MC©️

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