El día de San Valentín: La Celebración del Amor Eterno.
Mientras el mundo celebra el día de San Valentín, intercambiando regalos y expresiones de afecto, muchos otros se sienten aislados y solos. Pero para quienes hemos experimentado el poder transformador del amor de Dios, este día adquiere un significado profundamente diferente.
En 1 Juan 4:19, se nos recuerda que “nosotros amamos porque él nos amó primero”. Este versículo habla de la profunda realidad de que el amor de Dios por nosotros es el fundamento mismo de nuestra capacidad de amar a los demás. La cruz, donde Jesucristo entregó su vida por nosotros, es la máxima demostración de este amor. Como dice tan elocuentemente Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Este amor no es una emoción física pasajera, sino una realidad espiritual profunda que trasciende los altibajos de las relaciones humanas. Como expresó tan bellamente el apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20). Esta es la demostración más poderosa del amor, un amor que no se basa en las emociones o circunstancias humanas, sino en la naturaleza eterna e inmutable de Dios mismo.
Para quienes hemos experimentado este amor, estar “solos” el día de San Valentín no tiene ningún significado. Sabemos que nunca estamos verdaderamente solos, porque Él siempre está con nosotros, viviendo en nosotros y guiándonos. Como expresó David tan elocuentemente en el Salmo 23: “El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce”.
En conclusión, al celebrar el día de San Valentín, no olvidemos el amor eterno de Dios que cambia la vida. Que nuestros corazones se llenen de gratitud por el don de Su amor, y que nuestras vidas sean un reflejo del poder transformador de ese amor.
Gracias, Señor Jesús, por tu amor, que me da una plenitud que ningún amor físico puede dar. Mi corazón está en tu presencia y mi alma en tu gracia. Gracias, Padre Celestial, por tu misericordia, por tu majestad y por tu amor. En el nombre de Jesús, amén.
—MC©️
#Faith2bStrongOnPurpose
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